domingo, 7 de diciembre de 2008

Idas y Vueltas


De la nada surgiste, caprichosa, por el andanivel de mis días.
Increpando al destiempo los minutos que no fueron,
perpetuando en mis letras un
prólogo a medio empezar.

Y así, fugaz y hermosa, te vi
partir.

Huyendo, sin escrúpulos, del
arrabal de mis brazos y
sorteando, con risas, los desvaríos de nuestro
amanecer.

Y así, etérea y mía, te vi
llegar.

Regresando, inquieta, de donde

nunca te habías ido
.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cuando me fui, no me alejé...