sábado, 4 de septiembre de 2010

Splinter

Una noche, dentro de una caja inesperada, el Maestro Splinter regresó. Y con él toda una infancia de toboganes y juguetes por la ventana. Lleva el mismo traje ninja, la misma mirada adusta. Son recuerdos envueltos en un muñeco de plástico, un regalo enorme que jamás imagine. Mil gracias suena a poco. Habrá que negarse a crecer entonces.

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